Presentación y bienvenida

¡Hola a todos!

Bienvenidos a mi blog, soy Alberto y en esta entrada intentaré daros una idea de lo que pretendo hacer en esta página y de mi motivación para aspirar a ser profesor. El tema conductor de las publicaciones es, obviamente, la educación, al igual que en el caso de mis compañeros; aun así, mi intención consiste en ofrecer una perspectiva algo distinta acerca de los contenidos que debatimos en clase.

Me gustaría que con este blog pudiera ofrecer una mirada alejada de la opinión común, no por llevar la contraria como sistema -algo, de hecho, bastante irritante-, sino más bien con el fin de reivindicar una visión humanista a la hora de abordar numerosas cuestiones relativas al mundo de la enseñanza.


Desde muy pequeño sentí siempre mucha curiosidad por todo aquello que se relacionaba con la historia y los grandes sucesos políticos del pasado y, también, del presente. Con el paso del tiempo empezaba a pensar que los hechos, por sí solos, no eran suficientes; en realidad, no es que tuviese mucha idea de lo que hablaba. Para ser sincero, en mis opiniones iba de un lado para otro sin mucho fundamento; me guiaban, pienso hoy, algunas sensaciones mezcladas con argumentos medio entendidos que, por supuesto, se revelaban para mí como verdades incuestionables, hasta que me olvidaba de ellas. Pero sigo creyendo que todo este revuelto de sentimientos y aspiraciones fugaces conforma, en definitiva, el caos que sustenta el desarrollo de una persona más adelante. Se trata de una temporada importantísima en la vida de cualquier persona, para bien o para mal.  Y sí, debo confesar que, a pesar de los años y de una creciente tendencia al realismo, sigo enamorado de esa visión del mundo tan entusiasta, acomplejada y voluble de la adolescencia.

De la historia mi interés pasó a la filosofía, por aquel entonces pensaba, con cierta ingenuidad y con una (solo por entonces) saludable desinformación, que mi verdadera pasión era la filosofía. Algo sabía por aquel entonces, pero es obligatorio confesar que en esa época me leía en un año menos libros de los que leo ahora al mes (y no porque lea tanto hoy). Así, sin indagar mucho más, ya me veía finalmente ubicado.

Para mi sorpresa, apenas unos meses después descubrí la literatura, especialmente la poesía, y encontré ahí todo lo que siempre me había interesado y muchas otras cosas que no habría esperado. Me di cuenta de que los grandes libros recogían todo lo que yo había observado en la realidad de manera ingenua, así como otras perspectivas, otras miradas, todas ellas mucho más sabias que la mía. En la literatura se recogen la historia, la filosofía, las ciencias y prácticamente todos los aspectos de la realidad, y con ellos se construye algo vivo que captura la esencia de cada época, lugar y mentalidad.

Unos años más tarde, mientras estudiaba filología hispánica, me hice consciente de que era muy feliz al compartir aquello que más me gustaba, de enseñar a otros lo que amaba, aunque me diese un poco de vergüenza al principio. Como consecuencia, llegué a la conclcusión de que convertirme en profesor traería algo especial a mi vida porque podría unir mi fascinación por la literatura con el recuerdo de mi adolescencia al tratar con aquellos que ahora la están atravesando... y, bueno, aquí estoy.

Espero hacerlo lo mejor que pueda y ayudarles en esta etapa tan difícil y tan hermosa.

¡Muchas gracias por leerme!

Comentarios

  1. Me maravilla lo bien que dispones las palabras, da gusto leerte! Estoy convencida de que la pasión que transmites te hará un gran educador. Un abrazo!

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