Segundas oportunidades

Con la ocasión del visionado del documental Puslo al fracaso (http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-pulso-fracaso/670276/), se nos encomendó elaborar una reflexión acerca de los llamados centros de segundas oportunidades.

Seré sincero, al principio del vídeo no veía en los alumnos el más mínimo interés y me preguntaba si con esa actitud, la que exhibían en clase, realmente podrían llegar a tomarse en serio algo. Aun así, no quería dejarme llevar por los prejuicios ni por las primeras apariencias y esperé hasta ver qué podía ofrecernos el documental. Con el tiempo el documental nos fue revelando la otra cara de estos chicos, carecían de fe en la educación y no veían nada útil en sus clases, querían trabajar pronto (varios con la sola intención de ayudar a sus familias). Me pregunté si esto era más bien un fallo de los profesores y su incapacidad para comunicarse con ellos, para hacerles ver todo lo que sus asignaturas y la formación en general podrían aportarles. Las clases a veces son demasiado automáticas y el alumno no sabe ni siquiera lo que hace él ahí; es algo que nos ha pasado a muchos. Si a esto le sumamos un ambiente nada favorable y malas compañías el abandono y el desinterés no tardan en aparecer.

Frente a todo esto los centros de segunda oportunidad se esfuezan en ofrecer a estos muchachos una formación distinta, en la que se impartan lo contenidos básicos pero a la vez se les ofrezca actividades atractivas para ellos y prácticas en algunos locales, sobre todo con oficios manuales. Me llenó de admiracion comprobar cómo estos chicos se empezaban a esforzar por primera vez. Había muchas dificultades y paseos hacia atrás, pero los profesores de este centro nos demostraron que merece la pena.