Con la intención de fomentar la participación en la
educación por parte de las familias y los alumnos, propongo las siguientes
actividades (todas de autoría propia):
1. Taller de resolución de conflictos: en esta
actividad se pretende aportar al alumno una motivación para superar unas
determinadas dificultades a través de la simulación de una reunión entre
padres, alumno y profesor en la que cada participante interpreta uno de los
papeles y se pone en el lugar del otro.
2. Día de las ciencias y las letras en la calle:
cada departamento organiza una actividad de carácter social en la que trata de
demostrar la utilidad de su disciplina.
3. Día del padre profesor: se trata de hacer que los
progenitores acudan al centro para dar una clase de una signatura que dominen
por razones laborales con el propósito de motivar a los alumnos desde el
profesorado y desde la familia.
4. Mercado de asignaturas: consiste en la
celebración de unas jornadas en las que cada departamento elige un
representante, el cual se ocupará de vender las virtudes de su asignatura y persuadir
a sus estudiantes para esforzarse en su estudio.
La mayoría de estas propuestas pretenden ser
dinámicas y de carácter lúdico, lo que
no debe alejarnos de su verdadero propósito: aunar en una actividad el ámbito
curricular, el familiar y el individual del alumno, estrechando la relación
entre todos los agentes educativos. Ya sabéis, en la educación, todos a una.
El día del padre profesor (e incluso alumno profesor) habría que instaurarlo de inmediato. Y el profesor como alumno conflictivo.
ResponderEliminarLa verdad que me han gustado mucho tus propuestas sobre todo por la ruptura que tienen con la concepción habitual del aula y el centro, transformarlo para ser algo más integrador y dinámico con la comunidad.