En esta práctica debatí con mis compañeros cómo podríamos ayudar los profesores a incrementar la motivación. Estuvimos todos de acuerdo en que el entusiasmo es un factor muy importante para animar a los alumnos ya que las emociones que expresa el profesor calan de manera muy profunda en ellos, más que los contenidos en ocasiones.
Visto así, el docente debería aprovechar en su favor la ventaja que ofrece el contagio emotivo y, de este modo, fortalecer el proceso de aprendizaje del estudiante. Si el profesor no hace explícito su amor por la asignatura, difícilmente hallarán los alumnos razones para esforzarse. Desde la perspectiva del receptor, una disciplina no merece la pena si ni siquiera la respetan aquellos que se dedican a su estudio; consecuentemente, la mayoría de los alumnos empezarán a percibir dicha asignatura con indiferencia o rechazo, una postura que los conducirá a considerar que su único objetivo consiste en superar tal o cual materia para quitársela de encima y olvidarla en pocos días.
Pese a los dicho, creo aun más importante que el docente se proponga desde su primera lección hacer consciente a sus chicos de la relevancia de su materia, que se den cuenta de la necesidad de estudiar al menos los puntos más básicos de las distintas disciplinas. Es necesario justificar qué se está haciendo para que los estudiantes sepan por qué deben estar aquí y que comprendan que, al margen de sus aspiraciones laborales y personales, aquello que les muestran en las escuelas es algo fundamental para la formación del individuo.
Jaja pa q quieres saber eso
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