Bueno, ya llegamos al final de esta etapa y lo único que os puedo decir es que ha sido estupendo compartir este mes y medio con una clase tan interesante. Creo que nunca había estado en contacto con tanta variedad académica, después de tantos años dedicado solo a lo mío. Pero, seamos sinceros, este hecho de por sí tampoco es tan relevante si las personas que conforman el grupo no merecen la pena. Yo debo decir todo lo contrario, ha sido una experiencia muy enriquecedora encontrar a gente con enfoques tan distintos y, a la vez, tan predispuesta al diálogo y a entender la manera en que los demás comprenden las cosas.
Debo agradecer a Xoán su relajado vitalismo y, también, que nos empujase a realizar esta tarea, me ha gustado mucho hacer este blog y probablemente vuelva a escribir una vez que acabe con tanto trabajo. Pero, ya sabéis, sobre todo hay que leer.
Me lo he pasado genial con esta clase, ojalá hubiera podido acompañaros más a menudo esas noches de jueves, aunque es algo que tiene fácil remedio en futuras ocasiones; a la próxima no falto.
En Fooly Cooly Haruko Haruhara le revela al protagonista: "Soy la ilusión de la juventud en el corazón de tus días de infancia". Entregad a vuestros alumnos la sabiduría que habéis recogido a lo largo de los años e intentad que mantengan viva esa ilusión que suelen esconder los que se abren al mundo, a pesar de los golpes.
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